jueves, 27 de septiembre de 2007

Pichones de hombres


A MIS HIJOS


Primero es el amor
Luego las nauseas
El vientre que se vuelve
un globo enorme
Nueve meses de esperas y de sueños
De nombres desechados y en reserva
Y al fin llegan los hijos
El corazón que estalla de alegría
Llegan las noches con sus llantos,
Las desafinadas serenatas de canciones de cuna.
Las mamaderas después de los provechos
El primer paso, la primera palabra
Después siguen creciendo
Y vos creces, vos vas aprendiendo
Lo vas formando o desformando
entre errores y aciertos a tu modo.


La niñez que se vuela
Entre preguntas de ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
A media lengua
Se va entre festejos ateos de navidad con regalos
Poniendo ratones debajo de la almohada
para que estos se lleven las monedas
A cambio de algún diente que han perdido
Y su sonrisa con ventana te ilumina.
tu antiimperialismo quedara guardado
si el está feliz con su cajita del payaso rojo y amarillo.
Cada minuto robado a la rutina
Volves a ser un niño que juega con autitos,
que corre una pelota, que construye castillos.



Y sin que te des cuenta un día cualquiera
Hay un adolescente que te juzga
Que te increpa, que te hace dudar, de algunas dudas.
que pide, que demanda, que te exige
Que intenta transgredir
Y que lo logra.
Con los primeros volcanes en su cara
Llega el cambio de humor, del blanco al negro
Y se cambian los roles sin permiso
Y vuelven  los ¿porqué?, los ¿cómo?, ¿Cuándo?.
En esta interpelación de tiempos nuevos.
No opina igual que vos sobre la vida
Y si lo hace, bien lo disimula
Discutiendo hasta el límite, los limites.
Si te llenaste la boca en otros tiempos
de educar para la libertad
Ahora corren los tiempos de aguantarse.
Por suerte las espinas tienen rosas
Hay un amigo, cómplice, confidente
Una apuesta al futuro en cada hijo
Insoportablemente adolescente.