miércoles, 12 de febrero de 2014

APARIENCIAS

Aparentemente todo está igual
las mismas canas o algunas más
Bajo ese manto de monotonía
las ideas insisten en ser letras
las letras, versos
los versos, poesía
Se acumulan las frases robadas
la incipiente inspiración
la inquietud latente
la calma chicha
Tiempo de arar la tierra
de agachar el lomo de los libros
y dejar que el arado
de autores consagrados
o ilustres desconocidos
vayan marcando surcos
donde dejar caer la semilla.
El sol de cada día vivido hasta el hartazgo
la lluvia de algún llanto de bronca o de alegría
el abono del amor unilateral o recíproco
optimizan la tierra, esperando la siembra.
Sin poder detenerla
la imaginación vuela
y ve verdear los campos en brotes de esperanza,
las pequeñas espigas se yerguen impacientes,
rompiendo amaneceres el sol baja a la tierra
y en un acto de alquimia todo se vuelve oro.
Y, en los renglones de este sembradío
madruga la cosecha de mis versos
se hace harina en los molinos de Cervantes
y le dan forma las manos arrugadas
de Mario Benedetti.
Me llega el aroma del pan recién horneado
el crujir de su cáscara al partirlo
la suavidad virginal de su corazón de miga
la mezcla de sus razas trigueñas  y latinas
en las letras del Gabo describiéndolo.
Y, reunidos en torno de la mesa
vuelvo a partir y compartir
el pan de la escritura.

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