el por qué , el cómo
el cuándo, el dónde
el con quién , el algo
me fui encontrando
sin estar perdido
fui descubriendo
lo que ya sabía:
Todos tenemos desde que nacemos
una misión asignada en la vida,
algunos pocos llegan a saberla
otros apenas pueden intuirla.
De andar buscando
me he dado cuenta
lo que ya sabía
¿Por qué escribir?
¿Por qué pintar?
¿Por qué amar?
Sobran razones, pero la más fuerte
es acercarme a otros, cada día.
¿Cómo crecer por dentro y para afuera,
alimentando el alma y el espíritu
dejándome inundar del agua de la vida
hacerla hervir con ese fuego interno
y tomar lo que de ello cristalice?
¿Cuándo decir o cuándo hacer silencio?
Las palabras son bálsamo o espadas
y más se dice cuando menos se habla.
¿Dónde está la felicidad,
dónde buscarla?
En las pequeñas cosas cada día
hay una gota de felicidad esperando
sólo hay que saber verlas y tomarlas
disfrutar ese instante fugaz y frágil
pero que te marca,
pues la felicidad es sólo eso
y no un estado permanente de la vida.
¿Con quién estar el resto de mis días?
Podré equivocarme, aunque lo dudo,
pues ya la decisión está tomada.
Hace tiempo elegí sin darme cuenta,
a alguien como testigo de mi vida,
pues eso es la pareja, a mi entender
un complemento, un constante desafío
un dar y pedir,
construcción y derrumbes
lágrimas y sonrisas
pues no existe el blanco y negro
solo el despertar de los grises.
¿Hay algo superior en el que creer?
Llamale Dios, energía, poder universal
o como quieras
no importan los nombres ni los ritos
las religiones o las negaciones
pues llegaremos a un punto crucial
en que desearemos que algo exista.
Me prometí a mi mismo
seguirme preguntando cada día,
pues la vida es una búsqueda constante
y el encuentro es un nuevo desafío.
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